El Cuarzo es el más común, pero, sin embargo, uno de los más bellos, de los minerales. Se compone de Sílice pura (dióxido de silicio: SiO2), un compuesto que, ya sea solos o combinados en forma de silicatos, representa casi el sesenta por ciento de la corteza terrestre.
El Cuarzo es también un mineral muy resistente, tanto química y físicamente, de manera que cuando las rocas que se han deteriorado y después de largos años de exposición, se han convertido en granos de cuarzo y arenas del desierto.
El joyero conoce el cuarzo en muchas formas, aunque no puede darse cuenta de que todos estos pertenecen a la misma especie mineral. Los minerales de cuarzo se dividen en dos categorías: a) Cuarzo cristalino, que se producen individualmente visibles cristales hexagonales como son: cristal de roca, amatista y citrino, etc.
b) Cuarzo Criptocristalino, como son la calcedonia, ágata, Crisoprasa, cornalina, etc. Piedras que pertenecen a este segundo grupo se compone de pequeños granos de cuarzo o de fibras; es demasiado pequeño para ser distinguido como individuos. Las variedades en estos dos grupos son demasiado numerosas para permitir la discusión detallada de cada uno, y desde el punto de vista de la identificación es, en todo caso, innecesario. Las formas cristalinas de cuarzo utilizado en joyería están en su mayor parte transparente.
Sus propiedades son muy constantes, y son las siguientes:-el nivel de dureza 7 en la escala de Moh’s; gravedad específica-2: 651; los índices de refracción-1:544 y 1:553. Si el lector ha dado a sí mismo con una mezcla bromoformo corresponde exactamente con un indicador de cristal de roca, será capaz de identificar cualquier espécimen del puro cristal de cuarzo.
Las piedras de cuarzo para joyería, tienen un brillo vidrioso, debido a su baja refractividad, por lo que son difíciles de distinguir de las falsificaciones de vidrio mediante la inspección por sí sola.
Una prueba sencilla que es muy eficaz cuando se aplica correctamente se debe a la baja conductividad térmica del vidrio.
Si al tocar una muestra de cuarzo y un cristal con la lengua, será sensiblemente frio, y lo mismo para cualquiera de las gemas cristalinas, ya que el contacto de un cristal con la lengua será más frío menos el vidrio. Ámbar y otras resinas conduce mucho menos calor que el vidrio y, por tanto, se sienten aún más cálido al tacto. Naturalmente, son necesarias ciertas precauciones en la realización de dicha prueba. Por Higiene el modelo debe estar en estado de limpieza, y no se debe tener mucho tiempo en contacto con las manos. Cada piedra se debe manipular con las pinzas para la prueba, y se debe realizar una comparación directa con un modelo de cuarzo, ya que el vidrio también se siente frío en la lengua y está caliente sólo en comparación con verdadero cristal.
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